Para cambiar hay que atreverse

Síndrome de la mujer agotada

Lee lo siguiente, a ver con que posición te identificas:

1. Eres de las que sufren esa hiperactividad y ese agotamiento pero lo ven como algo normal porque lo han integrado y están convencidas de que la vida moderna es eso. Se han resignado y no se plantean la posibilidad de cambiar.

2. Eres de las que se quejan de su vida, de que están agotadas, de que no tienen tiempo para ellas mismas ni para cuidarse, pero no se atreven a cambiar pues al menos tienen la situación bajo control y sienten que pisan terreno conocido Serías de las que se reconfortan al pensar aquello de "más vale malo conocido que bueno por conocer".

3. Eres de las que aceptan que están mal y saben que tendrían que cambiar cosas, pero no saben cómo o no tienen la energía para averiguarlo (este grupo es cada vez más numeroso).

4. Eres de las que intentan cambiar su forma de vida pero les resulta muy complicado por circunstancias diversas, principalmente porque no encuentran una manera eficaz de hacerlo, una buena metodología de transformación, con lo que acaban siempre volviendo a la situación de partida o logrando avances tan mínimos que se desesperan.

Si eres de las primeras les diríamos: que la vida no es sufrimiento y que no tiene por qué ser tan dura; que pueden cuidarse y tener tiempo para ellas; que hay otras formas de vivir y que no tienen por qué resignarse o adaptarse a una situación que las hace infelices y que, con el paso de los años, incluso puede empeorar. Muchas de ellas acaban llegando a los cuarenta y tantos en muy malas condiciones físicas y de desgaste personal.

A las segundas os diríamos que para cambiar hay que atreverse, hay que lanzarse, hay que probar y arriesgarse Les diríamos que dejen de lamentarse, que las cosas no ocurren por culpa de los demás sino por nuestras propias decisiones. Y que la energía que utilizan en quejarse la utilicen para hacer cambios.

A las terceras les recordaría que hay una forma eficaz de cambiar de vida, de recuperar la energía vital, de cuidarse, de sentirse mujer además de madre y trabajadora y de llevar una vida más satisfactoria, tanto en el presente como con vistas al futuro.

Y a las cuartas, que lo que les falta probablemente es un método para cambiar y consolidar los cambios y que de nuestra mano ¡lo van a encontrar!

Vale la pena empezar a cuidarte

Envuelta en la rueda del día a día, no sería tan raro que puede que un buen día te despiertes sintiendo que vives sin vivir en ti y que no quieres seguir así.

Me gustaría que supieras que en ¡Siéntete Radiante! nos mueve la idea de acompañar a las mujeres y a los hombres que se identifican con la idea de cuidarse de dentro hacia fuera para coger las riendas de su salud y de su vida.

Vamos a proponerte soluciones que te sirvan para estar mejor: más tranquila, con más claridad mental, con más energía y con la sensación de estar viviendo la vida que tú quieres.

Todas somos representativas de una generación de mujeres con una problemática única en la historia: mujeres que deben hacer compatible la vida familiar con unos horarios laborales extensos, intensos y exigentes.

Se espera de nosotras que seamos unas buenas parejas, unas excelentes madres, unas profesionales competentes y, además, unas mujeres con buen aspecto y con una sonrisa en una boca de dientes perfectamente alineados y blancos. Pero tanta auto exigencia no se sostiene. Tenemos que priorizarnos y cuidarnos si no queremos vernos abocadas a sufrir cansancio crónico, un desgaste exagerado y, en general, un envejecimiento prematuro, o aún peor, enfermedades degenerativas.

Nadie va a hacerlo por nosotras, así que tenemos que espabilar, no hay otra. Y ayudarnos entre nosotras para encontrar la manera de superar las dificultades, que no son pocas.

Por eso nuestro Programa de 8 semanas , además de ofrecerte un método para el cambio personal, tratará de motivarte para que no desfallezcas con contenidos y trucos para motivarte y para que el camino te resulte no sólo más llevadero, sino incluso agradable.